La desratización es el control de ratas, ratones, topillos. Coloquialmente se acepta el término desratización pero sería más correcto el término "Control de roedores".


Los rodenticidas o biocidas que una vez consumidos por los roedores, provocan su muerte debido a su efecto coagulante. Se presentan en diferentes formulaciones, como son el grano, bloque, geles, polvos, líquidos, etc..

Se colocan dentro del portacebos como medida de seguridad para evitar posibles accidentes por intoxicación.
Son cajas de distintos materiales con orificios de entrada y salida, de diferentes tamaños al de los roedores.

 

Un dato a tener en cuenta que estos no tienen plazo de seguridad y deben estar inscritos en el registro de la dirección general de la salud pública. Otros sistemas para el control de roedores son los métodos mecánicos trampas de resorte y pegamento.

¿Dónde sería necesaria la desratización?

Los roedores no son sólo un problema rural, de zonas del extrarradio de las ciudades o de polígonos industriales. Las ratas viven también en el alcantarillado de nuestras ciudades.
Parques, jardines, solares y locales abandonados, altillos, buhardillas, sótanos y almacenes, etc., son lugares de cobijo de ratones y ratas.
Incluso las viviendas habitadas pueden ser susceptibles de infestación.

 

Tipos de desratización

El estado de la instalación de saneamiento es esencial para el éxito de los tratamientos. Se deben eliminar los restos de alimentos tras el uso de cocinas y comedores, los cubos de basura se deben vaciar continuamente. Hay que eliminar los posibles accesos a locales mediante colocación de mallas y telas metálicas de tamaño adecuado, así como reparar grietas y fisuras, evitando el paso y anidamiento en el interior.
Evitar el desorden en almacenes y sótanos es importante.


La desratización más habitual, una vez tomadas las medidas preventivas, consiste en el cebado variado, bien perimetral o interior. Sólo en circunstancias especiales y con fuertes medidas de seguridad se procede al cebado líquido, o rodenticida en polvo. Mucho más habitual es recurrir a los métodos mecánicos y cebado.


La desratización puntual sólo es efectiva si se asegura que no va a darse la reentrada de nuevos individuos. En muchas ocasiones esto no es posible por las características de la instalación o el lugar donde se ubica.
Por ello hablamos que la desratización es un proceso continuo de protección de la instalación, donde el control de la plaga, la vigilancia y seguimiento de ésta, se desarrollan íntimamente ligados.


Es conveniente revisar y sustituir frecuentemente los cebos, alternando formulados y materias activas, para mantener siempre un alto nivel de atracción y evitar resistencias a los biocidas empleados.